La bodega Salentein, quizás una de las más majestuosas de todas las muchas que existen en Mendoza (al punto que es conocida como “la catedral del vino”), tiene una acogedora posada dentro del predio donde están los viñedos en el departamento de Tunuyán, a unos 100 kilómetros de la ciudad. Son 16 acogedoras habitaciones, con vista a los jardines y a los viñedos, en torno a una piscina central y a la sombra de añosos nogales. Cuenta con una capacidad máxima de 36 huéspedes, un menú estupendo inspirado en la cocina criolla argentina pero con toques gourmet y “casado” con los espectaculares vinos de la bodega Salentein, todo en un maravilloso entorno. Aunque está un poco alejado de Mendoza, resulta ideal para retirarse del mundanal ruido.
Contacto:
http://www.bodegassalentein.com/es/contacto.html
Terrazas de los Andes
Bono no alojó aquí hace unos meses, pero sí visitó uno de los predios de estas bodegas en que se unen argentinos y franceses bajo las marcas Cheval des Andes y Terrazas de Los Andes y degustó sus magníficos vinos premium. Alojar aquí, en alguna de sus acogedoras seis habitaciones, es una experiencia exquisita y plácida, en un entorno cordillerano precioso. Ubicada camino a Chile, en las alturas del Cordón de la Plata, en el valle de Luján de Cuyo, queda la bodega Terrazas de los Andes, y junto a ella la casa donde se duerme, se come y se bebe como los dioses. Altamente recomendable
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