Fernando González volvió a participar en una ceremonia de entrega de medallas en unos Juegos Olímpicos, la competencia más importante del deporte. Y esta vez en Beijing obtuvo la presea de plata, que se suman en su bitácora al oro y bronce de Atenas 2004.
Tras varios minutos luego de terminar su partido, el chileno volvió al Court Central del Centro Tenístico de Beijing junto a Rafael Nadal, quien aparecerá este lunes como número uno del mundo, y Novak Djokovic, tercero del ranking ATP.
Un contento González recibió su medalla y la mostró al público. Luego se fotografió con sus contendores y agradeció al público. Tras el himno español (sólo se entona la canción nacional del país ganador), el tenista nacional pidió una bandera chilena al público y se cubrió con ella, no sin antes pedirle a Djokovic que le sostuviera el ramo de flores recibido junto con la medalla.
Luego de los flashes, Nadal lanzó la bandera española a la galería y partió raudo a camarines. Los organizadores lo llamaban y el mallorquín no entendía nada. Volvió, y fue González, con experiencia en estas lides, el que le explicó que, tras ganar una medalla en los Juegos Olímpicos, los tres finalistas dan la vuelta olímpica.
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