Fueron 96 horas de fiesta y muchos perdieron la cuenta de cuántas empanadas, cuántos anticuchos y cuánta chicha consumieron. Tanto desorden afecta al organismo y, tarde o temprano, el cuerpo se resiente. Los síntomas son claros. "La mayoría de los pacientes consultan por cuadros digestivos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, diarrea, (...) que generan una serie de síntomas que (...) son muy desagradables para la persona", explica Franco Utili, jefe de Urgencia de la clínica UC San Carlos.
La cantidad de alcohol ingerido y de grasas saturadas presentes en las carnes, los embutidos y las frituras, no sólo pueden causar varios kilos de más, sino también una sensación de malestar general que se hace más llevadera tomando líquido y con una dieta liviana.
"Lo más importante esta semana es consumir una cantidad lo más abundante de frutas y verduras, favorecer el consumo de líquidos ojalá que sean bebidas sin azúcar", indica Cristina Olivos, nutrióloga de la clínica Las Condes.
Hoy muchos tuvieron que hacerse el ánimo para volver al trabajo, ya que no es fácil poner fin a tanto día de fiesta y comenzar una nueva semana laboral. Sin importar qué tan comprensivo sea su jefe, es importante tomar medidas para depurar el organismo, porque volver a sentirse bien podría tomar su tiempo.
"Una persona sedentaria que ha cometido exceso se va a demorar más de una semana en estar bien" advierte la nutrióloga de la clínica Las Condes.
No queda más que respirar profundo y prepararse para el regreso al trabajo, siempre estará el consuelo de que lo comido y lo bailado no se lo quita nadie.
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