"Es la exposición más grande de libros que se haya realizado en Chile en un solo recinto", dice el presidente de la Cámara Chilena del Libro (Camlibro), Eduardo Castillo, antes de comenzar a mencionar cifras.Si se mira sólo a éstas, Castillo tiene razón. La 28ª Feria del Libro de Santiago, que se realizará en la Estación Mapocho entre el 31 de octubre y el 16 de noviembre, tiene varios "más" a su haber respecto de sus antecesoras.
Primero, más días, incluyendo tres fines de semana, en que los visitantes podrán visitar 156 stands, en los que más de 800 sellos mostrarán sus libros. Más de mil novedades habrá en los estantes, considerando libros publicados en los últimos tres meses, dentro de los cuales cerca de 120 serán presentados en la Feria.
Los escritores visitantes, en tanto, superarán los dos centenares, de los cuales más de 60 serán extranjeros.
Lo único que no sube serán los precios, recalca Castillo: $2.000 la entrada general en fines de semana y $1.000 de lunes a viernes, aunque las mujeres entrarán gratis en dos jornadas, los llamados "Día de la mujer".
La presentación de la 28ª Feria fue encabezada por Eduardo Castillo y el embajador de Colombia en Chile, Carlos Gaitán, cuyo país será el invitado de honor. Al respecto, Gaitán resaltó que "estamos muy complacidos, orgullosos de haber recibido la honrosa designación como país invitado. Aspiramos a cumplir con el reto, y creemos que es la oportunidad para que Colombia demuestre su adelanto y su progreso en las letras y en el arte".
Las esquivas estrellas
Entre los escritores extranjeros que llegarán a la Feria del Libro figuran nombres como Alfredo Bryce Echenique, el español Agustín Fernández y el colombiano William Ospina. Todos con distintos niveles de reconocimiento y premios a su haber, pero sin la notoriedad (salvo Bryce) de las nóminas de escritores que alcanzan otras ferias.
Al respecto, Castillo resalta que "buena parte de la primera línea de escritores ya ha pasado" por Chile, y que en la ausencia de figuras mayores incide "el tamaño del mercado. En México (donde se desarrolla la Feria de Guadalajara) hay 100 millones de habitantes, acá hay 16 millones. Pero esa diferencia no se refleja en lo que somos. Somos mucho más. El año pasado vinieron 65 escritores extranjeros, este año será una cifra muy similar. Ha sido una tónica permanente en los últimos años".
-Pero tal vez, más que en la cifra, la gente se fije en los nombres.
-Ésta no es una feria de estrellas, no pretende serlo. Para eso mejor haríamos un festival de una noche, cobramos caro y traemos al Julio Iglesias de las letras. Esto es un tema de contribución y de construcción cultural, por lo tanto, cuando decimos 200 escritores, es muy potente. Hay escritores a los que dimos tribuna y hoy son consagrados.
-Siendo Colombia el invitado de honor, ¿se hicieron gestiones para tener a gente como Gabriel García Márquez, Fernando Vallejo o Álvaro Mutis?
-No, pero viene otra gente. Sobre García Márquez, él está imposibilitado de venir. Y a Colombia, nosotros les hacemos la invitación, pero ellos deciden cómo se quieren mostrar.
-Pero al hacer la invitación, tal vez hay una expectativa sobre quiénes podrían venir.
-La expectativa no es con nombres. Por supuesto, a todos nos gustaría tener a García Márquez, pero nuestra expectativa tiene que ver con un país, no con cuántos escritores famosos tiene.
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