La Roja mantuvo el segundo lugar en las clasificatorias, ahora junto a Paraguay, pese a no cumplir con las expectativas. La próxima semana ante Brasil podría definir su clasificación. El ambiente estaba demasiado frío en el Monumental y así se notaba, incluso después del gol de Arturo Vidal que ponía a la Roja en ventaja cuando sólo iban diez minutos. Lo que se esperaba es que los venezolanos sinitieran la presión de tener al público "encima", pero eso no ocurrió nunca y la marea roja estaba más bien silente.
En la cancha, los jugadores chilenos parecieron sentir eso y salvo los primeros quince minutos del primer tiempo, jugaron un duelo horrible, exhibiendo, tal vez, lo peor de la era Bielsa. Dio la impresión de que ese favoritismo del que tanto se habló durante la semana le pasó la cuenta al equipo, que se vio desmoronado, y superado por una Venezuela cuya principal arma era el pressing en el mediocampo, que a la postre, sería clave a lo largo del duelo.
De la ilusión a la frustración
Los primeros minutos de Chile fueron en la cuerda de lo que el equipo venía exhibiendo en las clasificatorias, llegaba por todos los sectores y los llaneros sólo miraban cómo Fernández, Sánchez, Beausejour y Suazo dominaban las acciones. Así, llegó la primera cifra del encuentro. A los 10' un lanzamiento de esquina de Matías Fernández fue conectado de gran manera por Arturo Vidal, desviando la trayectoria del balón con un enorme cabezazo que se coló en las mallas de Renny Vega.
Con esa cifra tempranera, por la mente de todos los que estaban en el estadio se paseó la idea de una goleada, rememorando aquella mágica noche del 97' en que Iván Zamorando anotaba cinco goles en el 6-0 sobre la "Vinotinto". Pero nada, el equipo se durmió increíblemente en la cancha del Monumental.
Los venezolanos empezaron a dominar las acciones, gracias a que Carlos Carmona no lograba ser el aporte de fechas anteriores y a que Matías Fernández no lograba encontrarse. Además, por las bandas, ni Vidal ni Cereceda eran aporte. Los caribeños, por su parte, veían en Juan Arango a su gran arma de ataque. A los 32' un remate de Seijas se fue por centímetros y dos minutos más tarde llegó la igualdad. Isla perdió un balón en el medio, Arango la cedió con calidad para Giancarlo Maldonado y este con un zudazo enorme puso aún más en silencio a los 42 mil chilenos que estaban en el Monumental y a los millones que veían el duelo por TV.
Chile no lograba meterse y Venezuela seguía persionando. A los 46' un lanzamiento libre de Juan Manuel Rey, se coló en el arco de Claudio Bravo, justo en un ángulo increíble y que contró una floja respuesta de Claudio Bravo. Ahí, los pensamientos positivos iniciales se derrumbaron y aparecieron los fantasmas de aquella histórica derrota del 2001 en el Estadio Nacional.
Aparece el Chile de siempre
En la segunda etapa, Bielsa se la jugó con todo. Sacó a Carlos Carmona y Roberto Cereceda e hizo ingresar a Rodrigo Millar y Fabián Orellana, y precisamente el volante de Colo-Colo fue clave. El sureño le cambió la cara a Chile, porque contrubuyó en el quite y fue inteligente a la hora de entregar a sus compañeros.
Pese a que el comienzo era muy similar a los minutos finales del compromiso, Chile logró la igualdad. Otro lanzamiento de esquina de Matías Fernández encontró una serie de rebotes en el área que dieron con la pierna izquierda de Millar para poner el 2-2. Iban recién 53 minutos y las esperanzas de triunfo volvían.
Ese gol fue el envión anímico que se necesitaba. La Roja volvió a ser la de siempre y comenzó a brillar con luces propias. Por fin, Alexis Sánchez creaba peligro por derecha y Beausejour hacía lo mismo por el otro sector.
A los 57' el Niño Maravilla entró por su banda y sacó un remate enorme, pero Vega estuvo impresionante para evitar el tercero de Chile. Los de Bielsa ejercían un pressing impresionante sobre su rival y la línea defensiva se instaló en la zona de mediocampo, sin darle tiempo ni espacio para nada a los visitantes. El ingreso de Valdivia por Suazo, le dio a Chile aún más juego de mediocampo, pero se perdía al hombre de área.
El ataque nacional no lograba crearse ocasiones claras, eso hasta los últimos diez minutos. A los 82' un zurdazo de Fernández a la altura del punto penal se fue elevado por centímetros. A los 88' un cabezazo Vidal corrió el mismo destino y el gol no quería llegar, pese a que era demasiado superior a su rival y se merecía el tanto del triunfo.
El "regalo" de Ortubé
El duelo se acababa y Venezuela se dedicaba sólo a defender. A los 93' el equipo nacional encontró el camino al gol con una gran jugada de Sánchez por su banda, hizo uno y otro amague, y cuando ya quedaba en posición de gol fue trabado por Granados. El chileno cayó y el estadio festejaba el penal, pero apareció la "figura" del Juez boliviano, René Ortubé, quien no sancionó la pena máxima y con ello ahogaba definitivamente el grito de gol nacional.
En definitiva, se selló un empate, que por todo lo que se había hablado, deja gusto a poco, pero que mirando la tabla de posiciones no aparece como tan grave. Chile está igualmente a un paso de Sudáfrica y si se dan las cosas, la clasificación se podrían estar sellando en Salvador de Bahía.
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