El consumo de alcohol y drogas aumentará en los chilenos tras el terremoto y posterior maremoto que el pasado 27 de febrero afectaron a la zona centro-sur de esta nación austral, informaron hoy profesionales de la salud.
La doctora Graciela Rojas, que participará a partir de este jueves en el IV Seminario Internacional de Actualización en Adicciones en Santiago, señaló que tras el cataclismo aumentarían los trastornos psiquiátricos y principalmente el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas.
Según Rojas, se ha reportado que después de un desastre de la magnitud del vivido en febrero último la población afectada podría no sólo padecer trastornos depresivos y de ansiedad, duelos y estrés post-traumático, sino también incurrir en conductas de riesgo al ingerir o aumentar el consumo de drogas lícitas e ilícitas.
En un comunicado de prensa, la profesional explicó que de acuerdo con estudios previos este comportamiento abusivo suele presentarse mayoritariamente en el sexo masculino y tiende a estar vinculado con actos de violencia.
"Incluso, en algunos casos estas conductas agresivas son consecuencia del síndrome de abstinencia, debido a que los consumidores habituales no tienen acceso a drogas o alcohol", precisó.
La directora de la Clínica Psiquiátrica del Hospital Clínico de la Universidad de Chile añadió que los desastres naturales siguen un ciclo que suele repetirse, no importa en qué lugar del planeta haya ocurrido el evento.
Así, en el caso de este terremoto se ha generado lo que suele denominarse a nivel internacional el período de luna de miel, en que la comunidad da muestras de férrea unión y donde se suele recibir mucha ayuda.
Sin embargo, aclaró, con posterioridad a esta etapa la población experimentará una gran desilusión al sentir que la asistencia no era de la magnitud esperada ni en los tiempos presupuestados.
"Este es el momento en que los sistemas de salud deben estar alerta y preparados para evitar que la población padezca angustia y trastornos psiquiátricos", señaló.
Agregó que si se interviene oportunamente se podría prevenir un problema mayor, por eso también es adecuado acercarse a los albergues y conversar con la gente afectada.
"Incluso, tenemos una red a través de Internet con sistemas de turnos para apoyar al equipo de salud de las zonas afectadas, de manera de cooperar de manera oportuna y eficiente prestándoles la asesoría que requieran", apuntó.
Asimismo, la académica de la Universidad de Chile destacó que entre los factores de riesgo para desencadenar problemas de salud mental después de haberse experimentado un terremoto, se incluyen, entre otros, el nivel de exposición al desastre.
Destacó que "aunque en estas circunstancias las mujeres tengan una mayor prevalencia de trastornos de ansiedad, su consumo de alcohol, tabaco y drogas será inferior al que presenten los varones, según investigaciones anteriores", destaca la especialista.
El terremoto y posterior maremoto que asoló el centro y sur de Chile dejó un saldo de 342 personas muertas, 800.000 damnificados y pérdidas por 30.000 millones de dólares.
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