Presentación:
En los días de Semana Santa dedicamos un tiempo a la oración personal y comunitaria. El abajamiento de Jesús es una lección clara y motivadora: nos queda el camino del seguimiento. El Espíritu de Nuestro Señor nos señalará la manea de cultivar una vida de sencillez y de amor concreto.
Creemos que en estos días muchas familias tienen la posibilidad de reunirse, de encontrarse, y por tanto es un momento adecuado donde podemos orar y reflexionar juntos. Que grato es poder entregar parte de una mañana como familia a fin de seguir cultivando los vínculos de amor y fraternidad entre sus miembros.
DESTINATARIOS:
Familias o grupos familiares.
LUGAR:
En su casa u otro ambiente propio de la familia
AMBIENTACIÓN:
Preparar algún lugar de la casa, sea en su interior como en su exterior, para crear un ambiente de oración. Se puede colocar una mesa con un Crucifijo, un cirio y una Biblia sobre ella.
LOS GESTOS:
Es importante invitar a realizar algunos gestos de respeto y cariño, reconociendo el gran amor de Dios por nosotros, como por ejemplo, “arrodillarse delante de la cruz por un momento”, “besar la cruz”, “colocar las manos sobre la cruz, como pidiendo bendición” u otro.
DESARROLLO DEL RETIRO:
(P: Papá; M: mamá; H: Hijo/s)
P: El padre invita al lugar donde han preparado para realizar el retiro y les recuerda la importancia de reunirse para orar juntos al Señor. Una vez ahí los invita a ponerse en la presencia del Señor diciendo juntos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén.
M: La mamá enciende el cirio y ánima a sus familiares a realizar el gesto preacordado ante la cruz que se encuentra sobre la mesa.
Posteriormente invita a rezar o cantar el siguiente himno
HIMNO DEL OFRECIMIENTO DEL HIJO.
(Padre, Padre, Padre, me pongo en tus manos). (Kairoi)
Padre, Padre, Padre la-Do-re-Mi7
me pongo en tus manos. la
Haz de mí lo que quieras re
sea lo que sea, te doy las gracias, Sol-Do-Mi7-Fa
lo acepto todo Do
con tal que tu voluntad Sol-Do
se cumpla en mí Fa-Do
y en todas tus criaturas. Sol-Do
No deseo nada más, Padre; Fa-Sol
no deseo nada más. Fa-Do
Yo te ofrezco mi alma y te la doy Sol-re-Sol7
con todo el amor de que soy capaz, Do
porque deseo darme, Sol7
ponerme en tus manos, sin medida Fa-Do-Fa-Sol
con infinita confianza, Fa
porque Tú eres mi Pa dre. Do-Sol7-Do
Uno de los hijos invita a reflexionar la siguiente pregunta: ¿Qué es para ti, ponerse en manos del Señor?, luego de un momento de silencio se invita a compartir lo reflexionado
H: Realiza la lectura de la Palabra de Dios Filipenses 2, 1-11
"Si de algo vale una advertencia hecha en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si vivimos unidos en el Espíritu, si ustedes tienen un corazón compasivo, llénense de alegría teniendo unos mismo sentimientos, compartiendo un mismo amor, viviendo en armonía y sintiendo lo mismo. No hagan nada por rivalidad o vanagloria; sean , por el contrario, humildes y consideren a los demás por superiores a ustedes mismos. Que no busque cada uno su propio interés, sino el de los demás. Tengan, pu4es, los sentimientos que corresponden a quienes están unidos a Cristo Jesús.
El cual, siendo de condición divina, no considero codiciable el ser igual a Dios. Al contrario, se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres. Y en su condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó y le dio el nombre que está por encima de todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame que Jesucristo es el señor, para gloria de Dios Padre”.
P: Invita a la familia a dejar resonar en nuestro corazón la Palabra proclamada, de teniéndose en un versículo o frase que más les llame la atención y que les interpele. Luego de un momento expresamos, libremente y con sencillez, la palabra o frase que resonó significativamente en nuestro interior.
M: La madre una vez terminada el compartir la reflexión ora en voz alta la siguiente oración:
Desde mi realidad. Mi vida está llena de luces y de sombras, acerca de mi pedestal de mi sitio en la sociedad. ¿Quién soy?. ¿Qué lugar me corresponde en mi familia, en la sociedad?. ¿Qué puesto de importancia me corresponde en el lugar de trabajo, entre mis amistades?. En la familia yo me siento que estoy a la cabecera de la mesa, en los lugares reservados..
El Señor Jesucristo, Nuestro Maestro y Señor, se abaja. Desciende, hasta colocarse en el nivel del más pequeño. Renuncia a la categoría que le era propia por ser Hijos de Dios. Jesús, no hizo alarde de su condición. Llegó a ser "como uno de tantos". Se hizo servidor entre los servidores.
Me pregunto qué camino de abajamiento y de renuncia me invita el Señor, ¿qué caminos nuevos de servicio me llama a recorrer?.
Me pides un corazón nuevo, un corazón de carne, que sea compasivo y lleno de ternura. Un corazón que sea sencillo ante las necesidades de nuestros hermanos, especialmente de los más pobres y humildes. Un corazón que nos lleve a encontrarnos contigo, a descubrirte preferentemente en el rostro y en el dolor de tantos hermanos que hoy necesitan de nosotros. Ayúdanos a tener los mismos sentimientos tuyos y buscar siempre realizar tu voluntad asistidos por el Espíritu Santo.
(Se puede colocar una música suave que permita la oración personal durante unos minutos, de acuerdo a la estructura familiar, si hay niños el tiempo es más breve, de lo contrario puede ser más prolongado)
P: Luego del momento de silencio los invita a proclamar en conjunto el Cántico de los tres jóvenes (Dn 7, 52-90), para alabar y bendecir al Señor. (Los padres leen la primera frase y los demás contestan lo que está con negrita)
Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres
Alabado y exaltado eternamente
Bendito el santo nombre de tu gloria,
Alabado y exaltado eternamente
Bendito seas en el templo de tu santa gloria,
Alabado y exaltado eternamente
Bendito seas en el trono de tu reino,
Alabado y exaltado eternamente
Bendito Tú, que sondeas los abismos y que te sientas sobre querubines
Alabado y glorificado eternamente
Bendito seas en el firmamento del cielo,
Alabado y glorificado eternamente
Obras todas del Señor, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Ángeles del Señor, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Cielos, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Aguas todas que están sobre los cielos, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Potencias todas del Señor, Bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Sol y luna, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Astros del cielo, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Lluvias y rocíos, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Vientos todos, bendigan el Señor
Alabado y exaltado eternamente
Fuego y calor, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Frío y ardor, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Rocíos y escarchas, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Hielos y fríos, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Heladas y nieves, Bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Noches y días, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Luz y tinieblas, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Rayos y nubes, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Bendiga la tierra al Señor
Le alabe y exalte eternamente
Montes y colinas, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Todo lo que germina en la tierra , bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Fuentes, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Mares y ríos, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Fieras y bestias, bendigan al señor
Alabado y exaltado eternamente
Hijos de los hombres, bendigan al Señor
Alabado y exaltado eternamente
O Israel, bendice al Señor
Alabado y exaltado eternamente
Sacerdotes del señor, bendigan al Señor
Alábenlo y exáltenlo eternamente
Siervos del Señor, bendigan al Señor
Alábenlo y exáltenlo eternamente
Espíritus y almas de los justos, bendigan al Señor
Alábenlo y exáltenlo eternamente
Santos y humildes de corazón, bendigan al Señor
Alábenlo y exáltenlo eternamente
Ananías, Azarías y Misael, bendigan al Señor
Alábenlo y exáltenlo eternamente
Porque él nos ha arrancado del infierno,
Nos ha salvado de la mano de la muerte
Dad gracias al Señor porque es bueno
Porque es eterna su misericordia
Todos lo que veneran al Señor, bendigan al Señor
Alábenlo, porque es eterna su misericordia
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén
M: reunidos en torno al altar que se ha preparado, la madre motiva a poner en común nuestras oraciones, expresadas alabanzas, agradecimientos, peticiones o repitiendo un versículo de los textos leídos.
Pidamos al Señor por nuestra familia, para que siga acompañándonos y fortaleciendo nuestro amor y compromiso con los que menos tienen.
Roguemos al Señor
P: Una vez que han terminado de realizar las peticiones el papá invita a tomarse de las manos y juntos rezar el Padre nuestro.
H: Un modelo de fidelidad, servicio y entrega la Señor, fue María su Madre, pidámosle a ella, que nos acompañe y nos ayude en nuestro camino de ser buenos discípulos de hijo Jesucristo. La saludamos con el mismo saludo realizado por el ángel Gabriel: Dios te salve María, llena eres de gracias…
P y M: Bendición final, ambos padres invitan a sus hijos y familiares a ponerse frente al altar para recibir la bendición del Señor, luego tomando ambos la cruz con sus manos y alzándola dicen:
Que Dios, que siempre nos guarda y mantiene en su amor nos bendiga a todos,
Él que es Padre, Hijo y Espíritu Santo
Amén
P: Se puede finalizar con un canto y con un saludo de paz.
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