Postal Bicentenario: El mundial de fútbol de 1962

La Copa Mundial de Fútbol Chile 1962 (Campeonato Jules Rimet Chile 1962) fue la VIII edición de la Copa Mundial de Fútbol. Se desarrolló en Chile, entre el 30 de mayo y el 17 de junio de 1962.[1]

Tras 12 años, el máximo torneo de fútbol regresaba a Sudamérica, estableciéndose una rotativa entre Europa y América que duraría hasta el año 2002. A pesar de que la principal figura de Brasil, Pelé, se lesionó en el segundo partido y no pudo seguir participando, el combinado carioca demostró ser el mejor equipo del mundo en el momento y obtuvo el bicampeonato al derrotar a Checoslovaquia por 3:1 en la final.

Los locales, luego de una gran campaña en la fase previa, obtuvieron el tercer lugar al derrotar a Yugoslavia, siendo el mejor resultado en la historia del fútbol chileno.

Este mundial es considerado por muchos expertos como el último mundial «clásico». A pesar de esto, el torneo se vio empañado por la violencia en algunos partidos, siendo el más recordado el partido entre Chile e Italia, conocido como la Batalla de Santiago. También el mediocampista colombiano Marcos Coll anota un gol olímpico el 3 de junio de 1962 en Arica en desarrollo del juego de primera ronda del mundial, donde Colombia igualó a cuatro tantos con su similar de la Unión Soviética en el cual estaba de portero el mítico Lev Yashin, el mediocampista ostenta la hazaña de ser el único jugador en la historia que ha anotado un gol olímpico en una Copa Mundial de Fútbol de la FIFA.

La máxima figura del torneo fue el puntero derecho brasileño Garrincha, quien se caracterizaba por su estilo de juego desenfadado y rompedor de esquemas.

Tras los reclamos realizados por las federaciones americanas por haber otorgado la Copa Mundial a Europa dos veces consecutivas, el torneo estaba destinado a ser organizado por un país sudamericano. Argentina, luego de sus fallidas candidaturas previamente, era la favorita. Sin embargo, el dirigente de Magallanes, Ernesto Alvear, asistió a un Congreso de la FIFA realizado en Helsinki durante la realización de los Juegos Olímpicos de 1952. Allí analizó la situación y consideró que Chile era capaz de organizar el Mundial. Diversas fuentes también dicen que la FIFA no quería que Argentina corriera sola por lo que solicitaron la participación de Chile casi simbólicamente.[cita requerida]

Chile inscribió su candidatura en 1954, al igual que Argentina y Alemania Federal, que posteriormente desistiría. El comité de la Federación de Fútbol de Chile, liderada por Carlos Dittborn y Juan Pinto Durán, recorrió diversos países convenciendo a las distintas asociaciones de fútbol que desestimaban la capacidad del país austral para organizar el torneo en comparación a la superior infraestructura deportiva y al mayor prestigio de Argentina.[cita requerida]

El 10 de junio de 1956 se reunió el Congreso de la FIFA en Lisboa, Portugal, para definir la sede de la Copa Mundial de 1962. Ese día, Raúl Colombo, representante de la candidatura argentina terminó su discurso con la frase «Podemos hacer el mundial mañana mismo. Lo tenemos todo». Al día siguiente, Dittborn presentó apenas cuatro argumentos que sostenían la candidatura chilena: continuidad en la asistencia a torneos y congresos organizados por la FIFA, clima deportivo, tolerancia de credo y raza y estabilidad política e institucional del país. Además Dittborn invocó el articulo 2 de los estatutos de la FIFA que imponian a la copa Jules Rimet una función de fomento del fútbol en los países poco desarrollados. A continuación se realizó la votación: Chile fue electo con 32 votos a favor, mientras la Argentina recibió 10 votos y 14 miembros votaron en blanco.

Dentro de los mitos surgidos a partir de esa reunión caben destacar dos: El primero es que Dittborn dió su discurso en español, inglés y francés. Dittborn, quien era hijo de un diplomático, efectivamente hablaba varios idiomas, sin embargo el mismo reconoció haber dado su discurso sólo en inglés. Más mítica aún, es la frase supuestamente pronunciada al finalizar su exposición «Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo», y que aparece en el tablero marcador del estadio de Arica que lleva su nombre. Esta frase tiene su origen en el título de una entrevista hecha a Carlos Dittborn por el periódico El Mercurio[2]

Los preparativos se iniciaron inmediatamente, especialmente debido al apoyo entregado por parte del Presidente Jorge Alessandri, que asumió en 1958. Los planes para modernizar gran parte del país, especialmente en cuanto a transportes y telecomunicaciones, avanzaban velozmente. Sin embargo, todo cambió el 21 y el 22 de mayo de 1960 con el terremoto de Valdivia que arrasó con todas las ciudades al sur de Talca provocando más de 50.000 muertos y dos millones de afectados. Dittborn pensó en que el sueño de su Mundial había finalizado y decidió acercarse al Presidente Alessandri para devolverle el dinero que había prestado el Gobierno para la realización del torneo. Para evitar la cancelación, diversas federaciones de fútbol colaboraron con el Comité Organizador y la FIFA entregó una donación de 20.000 dólares.[cita requerida]

El terremoto obligó a la modificación completa de la programación del Mundial. Totalmente destruidas, Talca, Concepción, Talcahuano y Valdivia son descartadas como sedes, mientras que Antofagasta y Valparaíso desisten de ser sedes debido a que sus estadios no podían ser autofinanciados, condición que debió imponer la Federación ante la falta de recursos. Sin embargo, la Municipalidad de Viña del Mar y la Junta de Adelanto de Arica logran remodelar sus sedes deportivas, mientras la Braden Copper Company, dueña de la mina El Teniente, permite la utilización de su estadio en Rancagua. Con tres sedes más la capital, el Mundial podía realizarse, aglutinando en cada uno de los estadios los partidos de cada grupo.

Para la Copa se inscribió nuevamente un récord de participantes. Con la implantación de la diferencia de goles, el sistema clasificatorio se ahorró partidos de repechaje que lo extendían innecesariamente. Francia y Suecia, que habían estado en el podio del mundial previo, marcaron la sorpresa al no clasificar, mientras nuevamente no clasificaron equipos de Asia y África. Los organizadores escogieron a la norteña ciudad de Arica, pensando en la segura clasificación del Perú que vendría con su hinchada por su cercanía a la frontera con ese país, pero finalmente fue Colombia, que eliminó al Perú contra todo el prónostico y dejó con crespos hechos a los propios chilenos.

El 18 de enero de 1962 se realiza el sorteo del Mundial en el Hotel Carrera. Chile, a diferencia de lo que ha ocurrido tradicionalmente, cae en el grupo más difícil al tener que enfrentar a Alemania Federal, Italia, (dos campeones previos) y Suiza. La tragedia chilena se agudiza con los fallecimientos de Pinto Durán en un accidente automovilístico y de Dittborn, el 28 de abril. En su honor, el seleccionado local portó una cinta negra bajo su escudo mientras Carlos y Juan Pablo Dittborn, hijos del dirigente, fueron los encargados de izar la bandera el día de inauguración del torneo.
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