Ricardo Meruane es la primera víctima del monstruo

La quinta noche del Festival de Viña del Mar 2011 comenzó sin una obertura, por lo que los animadores rápidamente le dieron paso a unos de los show más esperados de esta versión del certamen musical: el de Sting.

El ex The Police con un impecable negro demostró desde un primer momento por qué es una leyenda de la música. Con una soberbia versión de "English man in new york", Sting y la Orquesta Sinfónica de Chile terminaron de cautivar a la Quinta. Cumplida a la media hora del show, Sting hizo una pausa y provocó que el monstruo lo ovacionara como si estuvieran en un concierto de rock.

A continuación, y a petición del público, Eva Gómez y Rafael Araneda le otorgaron la antorcha de plata. A las 23.18 horas el británico se retiró del escenario, pero el público empezó a gritar y los animadores el entregaron la antorcha de oro. Sin embargo, el monstruo no se conformó con ello y exigió la gaviota de plata, y posteriormente la de oro. Tras esto, los animadores presentaron a Sting una vez más para que interpretara una última canción. Luego de "Message in a bottle" la transmisión se fue a comerciales.

De acuerdo a lo informado por Chilevsión, el rating promedio online entre las 21:49 horas y las 23:18 fue el siguiente: Chilevisión 27,2 puntos; Mega 10,1 puntos; TVN 8,1 puntos; Canal 13 9,8 puntos. Asimismo, el peak en la actuación de Sting fue de 32 puntos.

De regreso de comerciales, el público de la Quinta aún pedía a Sting, pero los animadores dieron inicio a la Competencia Internacional. Los principales damnificados del malestar del monstruo fueron los integrantes el jurado, quienes debieron soportar los gritos del público. Después vino la Competencia Internacional, donde se presentaron Chile, Canadá y EE.UU.

Posteriormente, vino la presentación del humorista Ricardo Meruane, quien no pudo interactuar con el monstruo y con chistes poco acertivos, se ganó las pifias del público.

Con gritos como "¡Fuera!" el monstruo reaccionó a la rutina de Meruane, quien respondió con que Sting no volvería a Viña del Mar en años, desatando la ira de la gente. Producto de esto, el humorista debió cortar su rutina, para dar paso a la Competencia Floklórica, la que también fue recibida con pifias por parte del público.



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